Datos de la ruta:
- Desnivel: 350 m
- Distancia: 17,5 km
- Actividad: senderismo
- Dificultad:
recorrido sencillo con poco desnivel. Transcurre por pistas y senderos en muy buen estado (algún tramo muy corto por asfalto para conectar la ruta y hacerla circular).
Recorrido
De nuevo nos vamos a recorrer los caminos y senderos que acompañan a uno de los afluentes del río Tajuña, en plena Alcarria, nos vamos al valle surcado por el arroyo de San Andrés y tomamos como punto de salida la localidad de Yélamos de Abajo.
Salimos por una pista ancha que desciende por el valle del arroyo de San Andrés. La pista discurre por la parte baja del valle en ligero descenso siguiendo la pendiente marcada por las aguas.
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| Valle del arroyo de San Andrés |
La pista se vuelve más dura poco antes de llegar a la carretera GU-932, que cruzamos para seguir por la pista que avanza por la ribera contraria.
A los pocos metros nos topamos con las primeras casas y, en unos cientos de metros, llegamos a las calles de Irueste. Ascendemos por sus calles empinadas para ver la iglesia de la Purísima Concepción.
Volvemos a descender para reencontrarnos con la carretera GU-932 que seguimos apenas 20 metros antes de desviarnos a nuestra derecha. La pista muere en una vivienda que bordeamos por una senda.
Iniciamos un ligero ascenso por la estrecha senda que sigue el trazado de la colada del Santo Cristo. La senda se abre paso entre la tierra blanquecina. A nuestro alrededor encinas, pinos y romero decoran la subida.
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| Colada del Santo Cristo |
Pequeñas subidas nos permiten ganar altura de manera cómoda por la ladera del cerro de la Carrovieja (981 m). Nuestra perspectiva se ensancha y, a media subida, obtenemos una espectacular perspectiva del valle del arroyo de San Andrés.
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| Colada del Santo Cristo |
Sin dejar la senda, y tras asustar a un par de corzos despistados, llegamos a la abundante fuente de Valdeconejos. Con varios pilones, fluye un caudal abundante de agua fresca que no me resisto en probar.
La senda sigue la subida ganando altura. Si se sigue llegaríamos a la parte alta donde la vegetación es sustituida por los cultivos. Pero nosotros vamos a desandar unas decenas de metros, para coger una senda de descenso. Esta senda está menos pisada que la que hemos traído de subida.
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| Descenso de la fuente de Valdeconejos |
Descenso rápidamente hasta el fondo del valle. La senda parece continuar valle abajo, pero nosotros nos desviamos para atravesar la zona de cultivos y, posteriormente, la carretera. Una pista nos ayuda a enlazar con la senda que nos lleva derechos al molino de Peñalver, en un estado de ruina total.
La senda nos aleja del molino y enlaza con una pista algo desdibujada que atraviesa campos de labor sin ganar altura. De manera cómodo, sin esfuerzo, llegamos de nuevo a Irueste.
Pero ahora no atravesamos sus calles, tomamos una pista asfaltada que asciende siguiendo el el arroyo de Valdelafuente. Al llegar al área recreativa, nos abandonamos el asfalto para tomar una pista blanquecina. Ascendemos rodeados de quejigos hasta la fuente del Lagarto, junto al barranco de la Tejera. El agua cantarina fluye abundante y, de nuevo, me tienta probar el agua fresca.
Unos pocos metros más arriba nos desviamos del carril principal para tomar una senda más estrecha en un giro de casi 180 grados. Empezamos un corto y ligero descenso.
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| Barranco de la Tejera |
Una senda desciende por el barranco de la Tejera, nosotros tomamos un desvío a nuestra derecha. Aquí se inicia realmente la senda de las carboneras que, como su propio nombre indica, pasa por antiguas zonas de carboneras situadas en la ladera de la majada de Zapata.
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| Senda de las carboneras |
Este tramos resulta espectacular. La senda serpentea entre encina, quejigos, enebro, romero y jara blanca. Los pájaros trinan entre la vegetación espesa y algunos corzos se asoman (más fácil al llevar el viento en contra).
Los amontonamientos de piedras y las tierras ennegrecidas delatan el lugar ocupado antaño por las carboneras. El camino serpentea en un baile que es una auténtica delicia.Cuatro kilómetros para estallar de puro placer.
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| Senda de las carboneras |
Encontramos algunos hitos por el camino, pero apenas hay posibilidad de pérdida. Alguna pequeña senda, que parece más de animales que de personas, sale en alguna ocasión en rumbos dispares.
La llegada a Yélamos de Abajo la realizamos con un sol con poca fuerza un viento gélido que nos invita a avivar el ritmo. No nos queremos despedir de esta población de la Alcarria sin visitar la fuente del moro (o fuente de los moros), una fuente romana que permanece escondida en la parte occidental de la localidad, apenas indicada.
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| Fuente del moro |
Con esta visita damos por concluida esta ruta inesperada, sorprendente y que hará las delicias de los amantes del senderismo, sin la más mínima duda.
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INFORMACIÓN PRÁCTICA:
- Hemos seguido el siguiente track: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/yelamos-de-abajo-a-irueste-por-la-ruta-de-las-carboneras-41104984#wp-41105009
BIBLIOGRAFÍA:
- ABASCAL PALAZÓN, JUAN MANUEL. Repertorio Arqueológico de la Provincia de Guadalajara. Ed. Aache.
- VALIENTE MALLA, JESÚS. Guía de la arqueología en Guadalajara. Ed. Aache.
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