jueves, 7 de enero de 2021

Barranco de Viana (Viana de Jadraque. Guadalajara)

 

Datos de la ruta:

  • Desnivel: 300 m (aprox.)
  • Distancia: 13 km (aprox.)
  • Actividad: senderismo 
  • Dificultad: ruta sencilla por los barrancos que rodean a la población de Viana de Jadraque. No es de fácil orientación aunque no tiene ninguna dificultad técnica.

Recorrido

Hacía mucho tiempo que no nos acercábamos hasta esta población de Viana de Jadraque. La última vez que recorrimos estos caminos fue en nuestro recorrido cicloturista por el norte de Guadalajara (entre Sigüenza y Atienza)

Salimos de Viana de Jadraque por una de las pistas que salen al norte de la localidad. Atravesamos el arroyo del Prado para seguirlo bordeando los altozanos de la sierra de la Muela. A medida que avanzamos el Barrancazo se empieza a dibujar en nuestro horizonte. 

Recorridos un par de kilómetros, llegamos a una barrera de troncos en el suelo y nos desviamos a nuestra derecha para llegar hasta la fuente del Pradillo que deja salir un gran chorro de agua por su caño. Nos situamos a las puertas del Barrancazo (o Barranco de la Hoz). 

 

Inicio del Barrancazo
Inicio del Barrancazo

 

Nos adentramos en este cañón de paredes vertiginosas donde los amantes de la escalada podrán disfrutar de vías de diversa dificultad. En estos inicios de ruta seguimos las indicaciones del PR-GU 05 Barranco de Viana.

La pista pedregosa serpentea entre las paredes. Algunas avez rapaces sobrevuelas el cielo. A los márgenes del camino las encinas son las que mandan tiñendo de verde nuestro camino. Aunque el día es soleado, el sol apenas alcanza el camino y la sensación térmica es baja. 

 

Barrancazo. Viana de Jadraque
Barrancazo. Viana de Jadraque

El paisaje es sobrecogedor. Es un mundo de roca se mire hacia donde se mire. Como curiosidad que leímos posteriormente a nuestro recorrido, decir que de este lugar se extrajo la piedra para la construcción del Palacio de las Comunicaciones, el Banco de España y la Catedral de la Almudena de Madrid. 

Pero no solo hay roca. A lo largo de nuestro paseo por el interior del Barrancazo nos topamos con praderas amplias y alguna que otra construcción que aprovecha algunos abrigos de la hoz. 

El camino no tiene pérdida ya que no hay caminos alternativos. Al salir del barranco abandonamos la pista principal para dirigirnos por una pista, en peor estado y más estrecha, que se desvía a nuestra derecha. Tras ascender algunos metros, descendemos por una senda empedrada hacia el arroyo de los Pilancones

 

Arroyo de los Pilancones
Arroyo de los Pilancones
 

Tras atravesar el arroyo de los Pilancones, el camino asciende  para luego volver a descender por terreno abierto hasta alcanzar una pista que tomamos hacia nuestra izquierda. Nos unimos ahora al pequeño barranco abierto por el arroyo de la Nava de la Obceca, dejando a nuestra izquierda el barranco de la Fuentidueña

Pequeñas formaciones rocosas sirven para antiguas construcciones, seguramente paridearas o refugio de pastores, que encuentran en estos abrigos protección ante los rigores de este clima duro y extremo tanto en verano como en invierno. 

 

Barranco del arroyo de la Nava de la Obceca
Barranco del arroyo de la Nava de la Obceca

El otoño y el inminente invierno se ha llevado las vestiduras de los árboles que jalonan el camino que discurre por este suave barranco. El camino serpentea perezoso y nosotros con él disfrutando de la soledad de estos parajes. 

En uno de sus recodos, en un pequeño alto, encontramos una pequeña construcción. Nos acercamos para inspeccionar su interior y dejarnos sorprender por las bonitas vistas que se tienen desde aquí del barranco del Arroyo de la Nava de la Obceca

 

Barranco del arroyo de la Nava de la Obceca
Barranco del arroyo de la Nava de la Obceca

Siguiendo el barranco, las pistas se van ensanchando y el terreno se allana. Avanzamos por una zona amplia. Hemos alcanzado la parte más elevada de nuestra ruta. Aquí las huellas de coches se cruzan y nos complican un poco la orientación.  

En un cruce de caminos tiramos hacia nuestra izquierda, para seguir girando. Estamos en el punto más alejado del recorrido, toca volver. Seguimos las grandes pistas de color rojizo y embarradas durante un par kilómetros, para desviarnos después por una estrecha senda entre las encinas. 

Y aquí, en el punto más recóndito y menos esperado, nos encontramos algo que nos llamó la atención. Al margen del estrecho sendero vemos una acumulaciónd de piedras, nos fijamos a nuestro alrededor. Un poco más alejado creemos ver lo que parece una cista. No sé si es nuestra imaginación pero los amontononamientos parecen seguir un patrón casi circular (quizá túmulos) y parece presentar hundimiento central (que se podría corresponder con el lugar de la cista). 

 

¿Cista?
¿Cista?

Llevados por la curiosidad, nos damos una vuelta por las inmediaciones. Vemos otros amontonamientos de piedra, pero no nos atrevemos a afirmar que se trate de enterramientos (una vez en casa, buscamos y al parecer en las inmediaciones de Viana de Jadraque se han localizado restos de alguna necrópolis celtíberica, pero no se concretaba dónde exacatamente). Esta zona queda pendiente de una visita más detenida y algo de investigación. 

Tras hacer de arqueólogos aficionados. Seguimos nuestro camino. Al fondo, las montañas cubiertas por una densa manta de nubes. Bajo ellas se intuyen las primeras nieves. Iniciamos el descenso para reencontrarnos con el barranco del arroyo de los Pilancones

 

Barranco del arroyo de los Pilancones
Barranco del arroyo de los Pilancones

Aquí nuestro camino nos lleva a recorrer el barranco en dirección contraria. El sendero está bien marcado y se abre camino por una parte preciosa del barranco. 

 

Barranco del arroyo de los Pilancones
Barranco del arroyo de los Pilancones

El barranco va a parar al camino empedrada que llevamos en nuestra camino de ida. Deshacemos nuestros pasos para volver a entrar, en sentido inverso, en el barranco de Viana. El cambio de sentido nos da una nueva perspectiva del paisaje. 

Aprovechamos para detenernos en algunos de sus rincones y nos acercamos a algunas construcciones y muros de mayores dimensiones.  

 

Barranco de Viana
Barranco de Viana

Tras saborear despacio estos últimos kilómetros de recorrido, nos reecontramos con las calles de Viana de Jadraque. Sin duda este barranco de Viana es uno de esos rincones casi mágicos de la Sierra Norte de Guadalajara que bien merece una visita. 

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RECORRIDO:
 
 
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INFORMACIÓN PRÁCTICA:
 

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