sábado, 12 de marzo de 2016

Cañón del Caracena (Tarancueña. Soria)

Esta ruta nos lleva a un hermoso rincón de Soria, poco conocido y poco visitado. Iniciamos la ruta en la pequeña localidad de Tarancueña, donde apenas viven de forma permanente quince personas, tomando las pistas que discurren paralelas al río Caracena. Inicialmente seguimos pistas muy anchas.

Inicio de ruta

El recorrido por las pistas es corto y transcurre por el margen de tierras de labor. Nos desviaremos por una estrecha senda siguiendo las indicaciones de GR (señales rojas y blancas), ya que vamos a seguir uno de los tramos del GR-86 (Sendero Ibérico Soriano). La senda nos permite adentrarnos en el Cañon del Caracena.

Inicio del cañón

A medida que avanzamos el cañón se estrecha y el paisaje se vuelve más agreste. El río Caracena discurre de forma sosegada por este cañón formando en algunos puntos, a pesar de su poco caudal, preciosas piscinas. 

Río Caracena

Avanzamos y nos adentramos en el cañón. Las impresionantes moles rocosas, hogar de numerosas aves, nos rodean, creando una atmósfera mágica. Como suele ser habitual en las cercanías de los pueblos, en cualquier palmo de tierra aprovechable encontramos antiguos muros de piedra, hoy derruidos, que nos indican la intensa actividad humana de estas tierras. 
La senda va salvando estas antiguas separaciones y nos adentra en un lugar increíble, me apreció un lugar realmente bonito.


Antiguos muros

Para los amantes de la arqueología este lugar también tiene su encanto. En la zona conocida como Los Tolmos se localiza un importante yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce, hoy no quedan restos in situ, correspondiente a la cultura Cogotas I. Gran parte de los materiales correspondientes a los trabajos aquí realizados se encuentran en el Museo Numantino, que se puede visitar en la ciudad de Soria y es una interesante visita para conocer el pasado de estas tierras. 


Alrededores de Los Tolmos

Desde este  punto nos quedan pocos kilómetros para llegar a la población que marca el final del cañón, Caracena. Antes de llegar aún tendremos la posibilidad de disfrutar de los hermosos márgenes del río, algunos edificios en proceso de ruina, seguramente antiguos molinos, y una bonita vista del pueblo. 

Iglesia de Caracena vista desde el cañón

Edificios en ruinas en el cañón

Por si todo esto no es suficiente, Caracena encierra algunas joyas que, por sí solas, merecen una visita. El pueblo conserva muchos edificios de época medieval, entre los más destacados: las dos iglesias románicas de Santa María de la Asunción y San Pedro Apóstol, la picota barroca, el puente románico conocido como Puente Cantos

Cañón desde Puente Cantos

Pero, sin duda, lo más impresionante lo encontraremos en la parte alta del pueblo, un poco a las afueras del pueblo, al encontrarnos con el Castillo de Caracena, en proceso imparable de ruina como no tomen medidas para su consolidación. Esta gran mole ocupa una posición privilegiada escoltado por el Barranco de las Gargantas y el Barranco de los Pilones. Su origen se remonta al s XII, aunque en el s XV fue remodelado, de aquella época es casi todo lo que hoy podemos admirar.



Castillo de Caracena
 
Tras disfrutar de un extenso recorrido por Caracena, la vuelta la realizamos por el mismo camino que hemos traído, disfrutando de una perspectiva diferente del barranco y aprovechando la soledad del entorno para realizar alguna parada acompañados de las aguas del río caracena. Uno de esos rincones desconocidos, pero que dejan la sensación de haber disfrutado algo irrepetible. 

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INFORMACIÓN ADICIONAL:

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