No hay que dejarse llevar por la primera impresión, ya que al iniciar nuestra andadura, siguiendo inicialmente las señales del GR 86, nos encontramos con un paisaje sin vegetación, pedregoso, de dura belleza, donde nada impide la visión del horizonte, no se ve ni un solo árbol en kilómetros.
Inicio de la ruta
Al poco tiempo nos encontramos con una pequeña sima, conocida como La Hondonada. Es bastante llamativa, ya que es un inmenso hundimiento del terreno, espero que no pillara a nadie paseando por encima.
La Hondonada
Este paraje sin ondulaciones no es más que un espejismo, y en breve nos íbamos a encontrar una prueba perfecta. Siguiendo el GR 86 en dirección a Rello nos adentramos en el barranco que sigue el río Escalote, totalmente seco en este invierno atípicio que sufrimos.
Primeros metros del barranco
A medida que avanzamos por este lugar las paredes nos van rodeando, un rincón bonito, más por lo inesperado. Unos kilómetros para tomárselos con calma, porque el sendero tampoco permite más, y para disfrutar de los ruidos de la naturaleza.
En algún punto la senda se estrecha y avanzar se hace algo complicado. Tuvimos que echar el pie a tierra, pero merece la pena el recorrido aunque nos obligue a un poco de "bicisenderismo". La tranquilidad y el inmenso silencio nos permitió ver un grupo de corzos, naturaleza en estado puro.
Barranco río Escalote
Abandonamos las señales de GR poco antes de entrar en el pueblo soriano de Rello, del que tenemos una buena perspectiva al poco de salir del barranco. Este pueblo se encuentra en lo alto de un cerro y totalmente amurallado, un pueblo de calles estrechas y sinuosas que bien merece una tranquila visita.
Pueblo de Rello al fondo
Sin entrar en el pueblo, a no ser que se quiera visitar, nos desviamos siguiendo buenas pistas y ganando algo de altura. En un lateral del camino nos encontramos una cruz de piedra que, por lo que pudimos intuir, era de un brigada muerto en 1923, me he quedado con la curiosidad de saber algo más, pero por mucho que busco en Internet no encuentro información, aunque no pierdo la esperanza.
Cuando llegamos a la parte más alta nos sale al encuentr un paisaje árido, sin ningún árbol a la vista, de una sobriedad absoluta. A mi esas altiplanicies sin vegetación, barridas por el aire y el frío, siempre me impresionan por su dureza.
Altiplanicie
Como más altura no podemo coger, nos toca bajar, por una fuerte pendiene, hacia un pueblo de curioso nombre, Bordecorex, en el que no se oye una voz ni se ve un alma. Este pueblo tiene una bonita iglesia románica y está dentro de los caminos que forman el Camino del Cid.
Antiguas escuelas. Bordecorex
Salimos de este pueblo siguiendo una buena pista que acompaña al Arroyo del Val por un abierto valle, ahora subiendo lo que hemos bajado anteriormente. En todo momento nos acompañan los robles desnudos y las encinas, formando un paisaje desnudo e invernal.
Siguiendo el Arroyo del Val
Poco antes de llegar al pueblo de Barca nos encontramos con una antigua fuente, apenas visible debido a la vegetación que la cubría, de la que brotaba un pequeño hilo de agua cristalina.
Fuente
En Barca hay bar, así que es un buen lugar para hacer una parada, ya que los pueblos por los que hemos ido pasando hasta el momento no tenían ningún sitio abierto donde poder parar.
Ya solo nos queda pasar por un pueblo más, Lodares, al que llegamos por pistas muy rodadoras sin apenas desnivel.
Lodares
No hay que confiarse porque aún nos quedan un par de subidas, pero por unas pistas preciosas. La primera subida nos lleva nos adentra en un valle rodeado de un espeso robledal, que nos lleva hasta los molinos de viento, cuyo sonido nos ha acompañado a lo largo de estasubida, rompiendo el silencio.
Robledal
La segunda subida era la que no nos esperábamos y nos
ocurrió lo mismo que con el barranco del río Escalote, como no nos lo
esperábamos nos pareció más bonito. Aquí la pista se estrecha y pierde algo de definición y llegamos a una parte que se ve menos transitada y algo dura, pero que nos permite disfrutar de un entorno precioso, debe ser para animarnos en nuestro esfuerzo. Durante la subida no hacía más que pensar que teníamos que volver en primavera, los colores de estos bosques deben ser espectaculares.
Última subida
Una vez que alcanzamos la parte alta ya solo queda pedalear un poco más por pista más bien llana y muy buena, lo que hace que la velocidad aumente.
El recorrido aún nos tenía reservadas un par de sorpresas. Lo primero una antigua atalaya musulmana, en bastante buen estado de conservación, que nos remonta a una época en la que estas tierras eran lugar de disputa y de frontera entre las huestes musulmanas y cristianas.
Atalaya musulmana
Pilas
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INFORMACIÓN ADICIONAL:
- Podéis descargar el track de la ruta en: http://1drv.ms/1SIR1AX
- Espero que estas imágenes con, el recorrido y perfil, os ayuden a haceros una idea de este precioso recorrido por tierras sorianas
Recorrido
Perfil del recorrido
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