Durante la ruta pasaremos por tres monasterios cistercienses, pero nosotros únicamente vimos el Monasterio de Poblet, los otros dos decidimos, en vez de parar en la ruta, dedicar un tercer día para verlos, merece la pena porque así se le puede dedicar todo el tiempo que uno quiera o necesite.
Se trata de una zona con no mucha altura y bastante caluroso, por lo que los mejores momentos creo que son la primavera y el otoño, y seguramente que el invierno no sea una mala opción, si no hace muy mal tiempo. El verano hay que descartarlo porque el sol aprieta.
Primer día. Rocafort de Queralt-Monasterio del Poblet
Iniciamos nuestra ruta en el pueblo de Rocafort de Queralt, es una ruta circular lo que nos permite iniciar el recorrido en el punto que más nos pueda interesar. Nuestros primer gran objetivo será el Monasterio de Vallbona de les Monges.
Para que no nos hagamos la falsa idea de que este va a ser un fin de semana fácil, empezamos las pedaladas con una buena subida, por pista buena, pero con buena pendiente, que nos lleva hasta unos molinos de viento, que nos servirá de orientación.
Primeras pendientes
Durante todo el recorrido vamos a encontrar tramos en los que abandonaremos las buenas pistas, para pasar a recorrer estrechos senderos, que hacen que el avance sea algo más lento, pero también le ponen un punto de aventura, y son los tramos más bonitos, desde el punto de vista paisajístico.
Primeras sendas
Antes de llegar al monasterio pasamos por los pueblos de Forés, Belltall y Rocalladura, todos ellos preciosos pueblos con estrechas calles y hermosas casas hechas en piedra, recorrerlos es una delicia.
Los últimos kilómetros antes de llegar al monasterio los realizamos por agradables pistas, rodeados del característico bosque mediterráneo, pequeñas islas de vegetación y árboles en una tierra de viñedos, las sombras aquí están cotizadas.
Llegando a Vallbona de les Montges
En Vallbona de les Montges nos encontramos con el primer monasterio cisterciense del recorrido, como he comentado nosotros no lo visitamos, decidimos hacerlo con mayor tranquilidad dos días después, y así poder pedalear con más calma, sin prisas y disfrutando del entorno.
Monasterio de Vallbona de les Montges
Proseguimos nuestra ruta, el camino se pone difícil, y no tendremos más remedio que echar el pie a tierra y empujar un poco a nuestras burritas, hay que tomárselo con calma, porque son unos cuantos cientos de metros, pero la verdad es que merece la pena, porque el camino es muy bonito. Lo de hacer "bicisenderismo" en nuestras rutas, casi que se está convirtiendo en un clásico.
Tramo de "bicisenderismo"
El camino está muy bien marcado con postes indicativos, algunos tramos coinciden con el Cami de Sant Jaume (Camino de Santiago que viene desde Tarragona y pasa por estos monasterios), así que ya tenemos en mente un nuevo proyecto para llegar a Santiago, que, esperemos, en breve podamos poner en marcha.
Indicadores del GR
Después de una suave subida, pero larga, llegaremos al Santuario del Tallat, un bonito edificio del s. XI. Cuando llegamos nos lo encontramos abierto y entramos a hacer una visita, aunque es privado. Desde este lugar se tiene unas bonitas vistas del entorno, y es un buen sitio para descansar las piernas.
Santuario del Tallat
Desde aquí el camino es muy cómodo, primero con la bajada desde el santuario, y después discurriremos por pistas muy buenas que nos permitirán llevar buen ritmo hasta llegar al pueblo de L'Espluga de Francolí, ya muy cerca de nuestro destino de hoy, el Monasterio de Poblet, atravesando amplias zonas de viñedos.
Camino de L'Espluga de Francolí
En L'Espluga se puede visitar la bodega, un edificio modernista, nosotros no llegamos a tiempo, así que la visita se ha quedado para otra ocasión, así como la posibilidad de probar el vino. Dejamos el pueblo, para poner rumbo al monasterio, para ello nos adentramos en la montaña de Prades, una zona preciosa con muchas posibilidades para el senderismo (más cosas pendientes), este tramo es muy bonito, aunque también ayuda que en poco kilómetros llegaríamos a nuestro destino, en una localización inmejorable: el Monasterio de Poblet.
Monasterio de Poblet
Nosotros dormimos en este precioso lugar, un poco caro para lo que estamos acostumbrados, pero merece la pena, no tenéis más que ver las vistas desde la ventana de nuestra habitación.
Segundo día. Monasterio de Poblet-Rocafort de Queralt
Esta segunda jornada la iniciamos igual que finalizamos la del día anterior, subiendo, y con unas preciosas vistas del Monasterio de Poblet.
Monasterio de Poblet
Durante un buen tramo vamos a seguir inmersos en las montañas de Prades, y los caminos así nos lo demuestran, es un tramo duro, con continuas subidas y bajadas que pondrán a pruebas nuestras piernas, así que lo mejor es disfrutar de lo que nos rodea. Así de cuesta en cuesta, llegamos al pueblo de Montblanc, y allí nos reciben sus impresionantes murallas que delimitan su recinto medieval.
Murallas de Montblanc
Desde este punto, para llegar al monasterio de Santes Creus, habrá que atravesar una pequeña cuerda que nos separa de nuestro destino, y que conforma la Serra Voltorera, para ello abandonaremos las pistas y el asfalto para seguir sendas más estrechas.
Para terminar ascendiendo a la parte más alta de la sierra, con unas vistas magníficas, y un buen sitio para descansar, antes de disfrutar de la bajada.
Nos dejaremos caer, pero lo mejor es no coger mucha velocidad porque aún nos quedan cosas por ver, en este tramo nos encontraremos con varias barracas de pastores, construidas sin argamasa, que nos remontan a otros tiempos, a una época de pastores que recorrían estas sierras en busca de los mejores pastos, enfrentándose a las inclemencias del tiempo. Uno de los mejor conservados que vimos fue el situado en el Pla de la Capona.
Barraca en el Pla de la Capona
El monasterio de Santes Creus nos da la bienvenida, enclavado en un valle, tenemos una gran perspectiva desde el camino que traemos.
Monasterio de Santes Creus
Desde el monasterio tendremos que volver a atravesar la Serra Voltorera, donde el pasado nos sigue saliendo al paso, con estructuras tradicionales en un estado de conservación muy bueno.
Estos últimos kilómetros, hasta llegar de nuevo al punto inicial, los realizamos atravesando zonas de espesos bosques, que nos dejan en la retina imágenes magníficas, que contrastan con las tierra de viñedos que hemos dejado atrás.
Terminamos esta ruta con un muy buen sabor de boca, hemos recorrido una zona poco conocida e ideal para la bici de montaña, es más, este GR yo creo que es más apto para la bici que andando, a excepción de las zonas de "bicisenderismo" que nos hemos encontrado, porque tiene bastantes tramos de pistas anchas y algo de asfalto que andando se deben hacer muy pesadas. Si se tiene tiempo quizá merezca la pena realizar la ruta en tres días, con jornadas cortas y dedicándole tiempo a la visita de los monasterios, lo que también permite tomarse con más calma los tramos más duros, a nosotros el último día se nos hizo de noche antes de llegar al coche. Una ruta con todos los ingrediente, pistas buenas, senderos estrechos, algo de asfalto, y mucha cultura, no se puede pedir más.
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INFORMACIÓN ADICIONAL:
- La ruta del Císter tiene una página web con mucha información, tanto de la ruta como de lugares para dormir, comer o qué ver, el link es: http://www.larutadelcister.info/es
- Nosotros descubrimos esta ruta en la revista de Grandes Espacios nº198, donde viene infomración de este y otros GR, muy interesantes.
- En caunto a los monasterios haré una entrada más centrada en la visita que realizamos en el blog de ArKeológica
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