Datos de la ruta:
- Desnivel: 1050 m
- Distancia: 64 km
- Actividad: BTT
- Dificultad: ruta disfrutona. Algunos cortes de la ruta antes y después de Sesnández de Tábara.
Descripción
Cogemos la bici para conocer una sierra a la que le teníamos ganas desde hace mucho tiempo.Aparcamos en Ferreras de Arriba, una pequeño pueblo situado entre montañas. Nada más salir de las calles asfaltadas ya somos conscientes de que estamos en un lugar ideal para la bicicleta de montaña.
Salida de Ferreras de Arriba |
Nos encontramos con pistas muy rodadoras, silencio (mucho silencio) y grandes bosques.
Nuestro trazado vira y vuelve a virar, buscando la sinuosa silueta de las montañas. Esta insistencia en no alejarnos mucho de las montañas provoca que haya continuas subidas y bajadas.
No tienen mucha altura, apenas superan los 1200 metros de altitud, pero se alzan con cierto descaro sobre nuestras cabezas y sus laderas presentan fuertes desniveles.
El agua de estas últimas semanas y el intenso sol de los últimos días, arranca colores a los brezos y olores intensos a las jaras. Algún cortafuegos dificulta algún pequeño tramos pero, en general, seguimos pistas en buen estado.
Las subidas se sufren, pero las bajadas se disfrutan como si volásemos.
Sierra de la Culebra |
No vemos gente. Apenas se intuyen algunas huellas de ruedas de otras bicis. Las pistas no parecen muy transitadas. Lo que sí hay son muchas colmenas y numerosos carteles advirtiendo de su presencia. Cuando los vemos callamos intentando no turbar la paz de los apreciados insectos.
Cuando llegamos al extremo del trazado que tenemos previsto, se inicia la fuerte subida hacia las antenas que hemos visto en lo alto. La subida no es muy larga pero se hace dura. Nos encaramamos a los 1100 metros de altitud de la cuerda.
En lo alto, el Camino de la Sierra que discurre por la columna vertebral de estas montañas.
Camino de la Sierra |
Por la alturas el viento se agita inquieto. El sudor se hiela en nuestra piel. Pero las vistas son inmejorables, de esas que te hacen pensar que el esfuerzo ha merecido la pena.
Seguimos estas alturas caprichosas unos pocos kilómetros. Pero se hace necesario descender. Nos metemos de lleno en el pequeño valle que marca el discurrir del arroyo de la Sierra.
Aquí los colores de la primavera parecen no haber llegado. El suelo, aún tapizado por los restos del invierno, cruje a nuestro paso. Los pájaros inquietos pían sin parar a nuestro alrededor. Se respira naturaleza.
Valle del arroyo de la Sierra |
Un nuevo giro nos lleva al camino de la Ventosa. Las tímidas aguas del barranco Hoya de Cabo alimentan algunas huertas que parecen indicar la proximidad de seres humanos.
Antes de llegar a la civilización de nuevo, después de bastantes kilómetros sin ver absolutamente a nadie, hacemos una parada para descansar y emborracharnos de soledad.
Barranco Hoya de Cabo |
Efectivamente nuestra intuición no nos engañaba: en apenas un par de kilómetros entramos en Sarracín de Aliste.
Apenas paramos lo justo para comer algo y apagar las protestas de los estómagos. Volvemos a aproximarnos a las laderas de la Sierra de la Culebra. Con ello, las inevitables irregularidades de su piel nos llevan a continuas subidas y bajadas. Algunos tramos parecen haber convertido el sendero en cortafuegos, pero nada que no se pueda superar con voluntad.
Pero aún no subimos. Nos desviamos por el camino de Ferreras de Abajo en dirección a Sesnández de Tábara. Aquí nos encontramos con algunas dificultades. Atravesar el arroyo de Moratones nos obliga a meter los pies en el agua (no es necesario bajarse de la bici, pero el vado era profundo).
Poco después, antes de llegar al pueblo, nos encontramos con que el camino está cortado por una valla. A nuestro alrededor pistas de nueva creación que no aparecen reflejadas ni en los mapas del GPS. Finalmente seguimos una de las pistas anchas para llegar a Sesnández de Tábara.
La salida del pueblo vuelve a complicarnos la vida. A los pocos kilómetros, después de un chozo reconstruido, nos encontramos con el camino devorado por el arado. De nuevo tenemos que improvisar, avanzamos y nos desviamos un kilómetro después.
Chozo tradicional. Sesnández de Tábara |
Y ahora sí, tras cruzar la carretera ZA-P-2434 no hay más excusas, toca ascender. Una senda pedregosa e incómoda nos ayuda a encaramarnos a lo alto de la Sierra de la Culebra (alcanzamos los 100 metros). El arroyo Casal nos guía hasta el punto de máxima altura (unos 1000 metros).
En la otra vertiente nos espera de nuevo el serpenteo por la ladera y una naturaleza más espesa. Amplios bosques nos ofrecen sombra y una opereta entre las ramas.
Vertiente norte. Sierra de la Culebra |
Pedaleamos siguiendo caminos tradicionales, uniendo corrales que pueblan las laderas: los corrales de la Formiga, los corrales de Majada, los corrales de Urrieta la Saz. Mientras disfrutamos entre construcciones derruidas, el cielo se ha oscurecido. Un trueno amenaza con una tormenta vespertina.
No se hace esperar. Una gotas enormes nos golpean. Nos paramos, guardamos cámara, sacamos chubasqueros y aceleramos. Se acabaron las fotografía. En apenas veinte minutos llegamos al punto de salida y la tormenta, después de soltar una pobre llorera, pasa de largo.
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RECORRIDO:
Hemso seguido el track que mostramos aunque no es nuestro sino de Taga78.
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INFORMACIÓN PRÁCTICA:
- El track lo podéis localiza en: https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/sesnandez-casal-antenas-villadeciervos-sierra-de-la-culebra-zamora-6844292
- Podéis localizar más rutas para BTT en la zona en: http://www.bttalistesanabria.com/
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