Datos de la ruta:
- Desnivel: 1200 metros.
- Distancia: 12,5 km.
- Actividad: montaña
- Dificultad: moderada. Fácil trepada para acceder a la arista, donde la dificultad disminuye de manera significativa. En invierno la dificultad se multiplica (Peña Ubiña, junto al Curavacas y Espigüete es una de las montañas con mayor siniestralidad invernal)
Descripción
Huimos del calor del centro del país poniendo rumbo a Babia. Ese territorio en el que, según cuentan, los reyes leoneses buscaban refugio cuando estaban demasiado hartos de la corte.Hacía algunos años habíamos ascendido esta magnífica montaña desde Tuiza de Arriba, en la vertiente asturiana. En esta ocasión, decidimos realizar la ascensión desde la vertiente leonesa, desde el pueblo de Torrebarrio (menos concurrido). Pequeña Ubiña y la cuerda formada hasta los Picos del Fontán constituyen la frontera ente Asturias y León.
Iniciamos la ascensión temprano para intentar evitar el calor de las horas centrales. Salimos de Torrebarrio tras pasar un pequeño puente de cemento camino del cementerio. nada más atravesar las aguas del arroyo el Abesero, nos desviamos por una pista siguiendo las marcas blancas y amarillas de sendero de pequeño recorrido.
Los primeros kilómetros transcurren por una pista ancha de fuerte pendiente. Ganamos metros de forma rápida. Se amplia la visión del valle, de Torrebarrio y de Barrio de la Cubilla, que quedan a nuestros pies.
Ascenso por pista |
La pista nos permite bordear de forma cómoda la Peña del Águila (1367 m) y llegar a los llanos de Llanaday (1510 m). Nos encontramos a los pies de Peña Ubiña, que nos observa novecientos metros por encima.
No podemos evitar una pequeña parada para disfrutar de la imagen excepcional que nos ofrece la cresta que une a Peña Ubiña con los Picos del Fontán, en continua rivalidad por ver cual de los dos ostenta el honor de ser la mayor altura de la cordillera. Las últimas mediciones realizadas por el IGN han disminuido algunos metros a Peña Ubiña, que ha quedado con una altitud de 2411 m, lo que ha proclamado al Fontán Sur, con sus 2414m, como la cumbre más elevada.
Llano de Llanaday. Peña Ubiña |
Al llegar a los llanos tomamos una estrecha senda, siguiendo las señales de un poste de madera estratégicamente colocado. La pendiente se acentúa. Los brezos tapizan las laderas y los piornos en flor le dan un colorido amarillento y chillón. El madrugón nos permite gozar de unas cuantas horas de frescor, mientras la mole de Peña Ubiña retiene al sol tras sus paredes calizas.
A medida que ganamos altura la perspectiva sobre la región de Babia se amplía y se ilumina, mientras las sombras retroceden.
Babia |
A medida que avanzamos nuestro andar se vuelve más lento y pesado. Siempre seguimos las señales blancas y amarillas. En principio, no parece tener pérdida. Poco después de atravesar el paraje de labesedo, donde un grupo de vacas nos miran con curiosidad, tomamos mal el desvío.
Seguimos un estrecho sendero bien marcado. Vemos que no ganamos altura, lo que nos hace intuir que nos hemos equivocado de camino. Nuestras sospechas se en confirmadas cuando vemos a un par de personas avanzando por encima nuestro. Nos vemos obligados a atravesar una ladera llena de brezos, para retomar el sendero marcado.
El sol vence a las sombras poco antes de llegar al Collado del Ronzón, iluminando la preciosa estampa de Peña Ubiña Pequeña (2193 m).
Nos encontramos con un grupo de tras hombres que afirman sumar entre todos ellos 200 años, les miro perpleja y les veo iniciar las ascensión con unas energías que más de un joven quisiera para sí.
Collado del Rozón (1937 m) |
Sendero desde La Carba |
Seguimos la senda que serpentea por la ladera, las señales nos guían en todo momento con poca posibilidad de pérdida. Los primeros compases son relajados, pero en pocos metros el sendero adopta una fuerte pendiente que nos obligará a apretar los músculos.
A nuestra espalda se alza el perfil de Peña Ubiña Pequeña (2193 m) menos transitada.
Peña Ubiña Pequeña (2193 m) |
La tierra cede terreno a la piedra, pequeñas flores amarillas bordean el terreno pisado por muchos senderistas antes que nosotros. El sendero se empina, el uso de los bastones nos ayuda a superar algunos escalones.
A los pocos metros la roca gana la partida. El sendero desaparece entre las rocas. Iniciamos una trepada que nos obliga a utilizar las manos en más de un punto. No es difícil, pero se hace dura por la verticalidad y el calor que se empieza a notar.
Inicio de la trepada |
Avanzamos despacio por pequeñas canales, con los cinco sentidos puestos en no tirar piedras que puedan alcanzar a las personas que progresan detrás nuestra.
Trepada por la canal |
La trepada es disfrutona, sin apenas dificultad, pero vertical. Las perspectiva hacia la vertiente asturiana es magnífica. A cambio, nos permite ganar altura con rapidez hasta alcanzar la arista.
El esfuerzo nos obliga a una pequeña parada que aprovechamos para mirar a nuestro alrededor y disfrutar de este momento. En la arista la dificultad disminuye de forma considerable. Un camino, sin apenas desnivel, la recorre.
Arista hacia Peña Ubiña |
Arista hacia Peña Ubiña |
Ligeras bajadas nos permiten evitar los puntos más expuestos y progresar de forma cómoda. La perspectiva quita el habla. Todo es roca a nuestro alrededor. Los tonos grises le confieren una belleza salvaje al entorno. Solo unas pequeñas pinceladas verdes y amarillas han encontrado acomodo en este agreste lugar.
A medida que avanzamos los últimos metros hasta la cumbre, se asoman en nuestro horizonte aquellos que acompañan a la Peña Ubiña en esta frontera: los Picos del Fontán y el Pico Colines, y otras muchas cumbres intermedias.
Picos del Fontán |
Tras tres horas y media, alcanzamos la cumbre de Peña Ubiña (2411 m) donde nos esperan cuatro personas que han madrugado más que nosotros. A nuestro alrededor se perfilen cientos, miles de cumbres. Incluso podemos distinguir Peña Orniz (2194 m) y el Mortihuero (2187 m).
Cumbre de Peña Ubiña (2411 m) |
Disfrutamos un buen rato de las vistas y del aire que arrastra el olor a montaña y el sonido de los cencerros procedente de los profundos valles. Desde aquí arriba el mundo es de una belleza que quita la respiración.
Nos hacemos los remolones en un intento de alargar el momento, pero el día avanza y el calor amenaza con hacer dolorosa la bajada. Vencemos la pereza en iniciamos el descenso por el mismo camino que hemos seguido en el ascenso.
Camino de descenso |
No hay pérdida posible, solo hay que seguir las señales y los numerosos hitos. Incluso conseguimos localizar el punto exacto de nuestro extravío en la subida.
Ya solo nos resta echar la vista atrás para intentar retener la imagen impresionante de las rocas calizas del Macizo de Peña Ubiña.
Macizo de Peña Ubiña |
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RECORRIDO:
Hay numerosos tracks en wikiloc, por lo que no hemos subido nuestro recorrido.
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INFORMACIÓN PRÁCTICA:
- En Torrebarrio existe un albergue para poder celebrar la ascensión y pernoctar en caso necesario. Es el Albergue El Rebezo.
BIBLIOGRAFÍA:
- Mapa Cordillera Cantábrica. Macizo de Peña Ubiña. Escala 1:25.000. Adrados ediciones.
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